A tan sólo siete días del enlace entre el príncipe Guillermo y Catherine Middleton, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, ha augurado a la pareja un gran futuro y ha pedido a la nación que deseen lo mejor para este matrimonio. “La pareja necesita todo nuestro apoyo. Está expuesta continuamente a la opinión pública”, asegura y les desea “valentía” para afrontar su nueva vida en común.
En un vídeo publicado en la página oficial de la boda real, el arzobispo de Canterbury define a los novios reales como unas personas muy sencillas que saben exactamente qué es lo más importante del día de su boda. “Me ha impresionado la manera en la que el Príncipe y su prometida están viviendo este gran paso. Cuando he hablado con ellos me he da dado cuenta de la gran sensatez con la que han tomado esta decisión. Saben que son responsables ante la sociedad en su conjunto y, sobre todo, ante Dios. Es un privilegio formar parte de la ceremonia”, concluye.
La figura del arzobispo de Canterbury es la primera personalidad religiosa de la iglesia de Inglaterra y ocupa un papel importante en las ceremonias religiosas así como en las coronaciones pero oficialmente es el monarca inglés la cabeza de la Iglesia de Inglaterra.
El servicio religioso, que tendrá lugar en la Abadía de Westminster a partir de las 11:00 horas, durará una hora y quince minutos. El deán de Westminster, John Hall, oficiará la ceremonia; el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, les casará, y el obispo de Londres, reverendo Richard Chartres, amigo personal del príncipe Carlos y sacerdote encargado del funeral de la princesa Diana, dará el sermón.
Según el guión de la boda, está previsto que hacia las 12:15 horas el carruaje de los novios, con un capitán de escolta de la Caballería Real, seguido del carro de la Reina, con un soberano de escolta de la Caballería Real, abandonen la abadía de Westminster y se dirijan hacia el palacio de Buckingham, donde tendrá lugar la recepción y el posterior banquete.