Un año más, los miembros de la Familia Real de Mónaco han celebrado juntos el Día Nacional del Principado. Sin embargo, las festividades de este año han tenido un interés especial y es que se trata de la primera vez que Charlene Wittstock acompaña a los Grimaldi como futura Princesa de Mónaco. Si bien durante el día pudimos ver a casi todos los miembros de la familia acudiendo a una misa de acción de gracias en la catedral monegasca y presidiendo el tradicional saludo desde balcón principal del palacio de los Grimaldi, por la noche el príncipe Alberto, Charlene y la princesa Carolina disfrutaron de una magnífica velada en la ópera de Montecarlo y un castillo de fuegos artificiales que pusieron el broche de oro a los festejos de este día tan señalado.
Aunque Charlene siempre intenta mantenerse en un segundo plano, lo cierto es que desde que anunciaron su compromiso matrimonial se ha convertido en el centro de todas las miradas. De hecho, en cada una de sus apariciones públicas tanto su peinado como su maquillaje o forma de vestir, suscitan el interés de los ciudadanos monegascos que ven en ella a su futura princesa y la mujer que ha conseguido robarle el corazón al príncipe Alberto.
Sin embargo, Charlene Wittstock continúa sorprendiendo con sus espectaculares looks y poco a poco también se está convirtiendo en la 'reina de la elegancia' en Mónaco. Así, y para acudir a la ópera de Montecarlo, volvió a dar una lección de estilo y deslumbró con un diseño Armani Privé de la colección Alta Costura otoño-invierno 2010-2011: un vestido ajustado al cuerpo de línea sirena con corpiño incorporado, montado sobre tul de color ‘nude’ y totalmente bordado con lentejuelas teñidas en un degradado de tonos beis.
También destacó por su sobriedad y estilo la princesa Carolina de Mónaco, que lució un sencillo vestido negro con escote asimétrico. La hermana del príncipe Alberto destacó especialmente por el espléndido broche floral en tonos plateados que llevaba en el tirante izquierdo del vestido.