Ver a Charlene Wittstock en bañador no es una imagen que debiera impresionarnos. Por todos es conocido que la prometida de Alberto de Mónaco era nadadora profesional y que en el año 2000 representó a su país, Sudáfrica, en los Juegos Olímpicos. Pero sin embargo, la imagen es noticia al ser la primera vez que se enfunda el traje de baño como futura princesa de los monegascos.
Acostumbrados a verla siempre impecable, la mayoría de las veces vestida de Armani, diseñador al que ha confiado su vestido de novia, Charlene Wittstock, con bañador negro, gorro naranja y gafas de buceo, participó en la popular competición de natación aQuelle Midmar Mile en Pietermaritzburg (Sudáfrica) para recaudar fondos para Olimpiadas Especiales, una organización sin ánimo de lucro a nivel mundial que ayuda a casi 200 millones de personas con discapacidad intelectual. Una vez fuera del agua, Charlene Wittstock, que el próximo mes de julio contraerá matrimonio con el jefe del segundo país más pequeño del mundo, compartió divertidos momentos con antiguos compañeros de natación y posó para la prensa.
Durante su visita a Sudáfrica, Charlene Wittstock ha demostrado que es una princesa en prácticas muy aplicada. Se trataba de un debut anticipado de su papel oficial en solitario y ha cuidado al detalle todos y cada uno de sus actos. Ha sabido estar a la altura tanto en la entrega de un cheque al ganador del Campeonato de Natación Speedo 10km durante una cena en el Hotel Casino El Caballo dorado como en el desayuno en la Escuela Diocesana de St John y, sobre todo, ha sabido demostrar que también se puede ser una gran semiprincesa en bañador.