Quedan pocas horas para la boda de Guillermo de Inglaterra y Catherine Middleton, pero ya podemos hablar de ‘alfombra roja’ real con mayúsculas. Y es que, la cena de gala ofrecida en el exclusivo hotel Mandarín Oriental, en Knightsbridge, se ha convertido en un escaparate de elegancia y ‘glamour’.
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Una noche que no se olvidará, en la que triunfaron los vestidos largos, como el elegido por la Princesa de Asturias. Una vez más, doña Letizia confió en uno de sus diseñadores de cabecera, Felipe Varela, que le confeccionó este diseño: un modelo en muselina y tul gris lavanda con bordados florales, escote ‘palabra de honor’ y falda de línea años 50 ‘New Look’. Muy coordinada en cuanto a estilo fue la esposa de don Felipe de Borbón con la reina doña Sofía, que también se decantó por un vestido de falda acampanada y cuerpo con bordados de inspiración floral, en su caso, de su diseñadora de confianza, Margarita Nuez.
Diseños ambos con faldas que acaparan toda la atención visual, como también hizo la reina Margarita de Dinamarca, que se decantó por un dos piezas en marrón y violeta.
Por su parte, líneas más pegadas al cuerpo fueron las que daban forma a los vestidos de invitadas como la princesa Eugenia, hija del príncipe Andrés de Inglaterra; Marie-Chantal Miller o la condesa de Wessex, Sophie Rhys-Jones. Está última se decantó por un diseño en color rojo, tonalidad que fue de las que más llamaron la atención en esta noche... y una de las preferidas por las invitadas, junto con el lavanda o violeta. De hecho, también con matices encarnados pudimos ver a Maria Teresa de Luxemburgo y a la princesa Victoria de Suecia, que eligió un modelo de Escada con matices fucsias.
Apostando también por un tono cálido, nos encontramos con la princesa Matilde de Bélgica, con un diseño en color naranja, muy vaporoso y con escote drapeado.
Pero aquí no queda todo, toma nota de estos detalles de estilo que 'brillaron' con luz propia: