La Reina Madre se casó con el segundo hijo del rey Jorge V, el Duque de York, el 26 de abril de 1923 en la abadía de Westminster. Elizabeth Bowes-Lyon, hija de Claude y de Cecilia Bowes-Lyon y descendiente de los reyes Roberto I de Escocia y Enrique VII, rechazó en dos ocasiones al Duque de York por miedo a perder su libertad y a no estar a la altura de las obligaciones reales. Finalmente y trás dos años de insistencia, el Duque de York consiguió llevar al altar a la bisabuela del príncipe Guillermo de Inglaterra que el próximo 29 de abril contraerá matrimonio con Catherine Middleton.
La reina madre abandonó su casa de Burton acompañada por cuatro damas de honor. Llegó a la Abadía de Westminster en una carroza tirada por dos caballos entre los vítores de los ciudadanos que sacudían emocionados sus pañuelos blancos. La futura soberana de los ingleses llevaba un vestido estilo años 20 diseñado por Handley Seymour, una de las diseñadoras londinenses más importantes del momento. Era de color marfil, estaba elaborado en gasa y muaré y tenía una gran caída.
Tras el enlace, Elizabeth Bowes-Lyon y el Duque de York recorrieron las principales calles de Londres escoltados por un cortejo de caballos y una vez en el Palacio de Buckingham, donde se celebró el convite, saludaron a los cientos de ciudadanos ansiosos de conocer a los futuros soberanos de Inglaterra.
Inmediatamente después, Elizabeth Bowes-Lyon se convirtió en su Alteza Real la Duquesa de York y el matrimonio tuvo dos hijas: Isabel (1926), que más tarde se convertiría en la Reina Isabel II, y Margarita (1930).